Mariano Moreno

El traductor

Por Virginia Triay


Mariano Moreno (Buenos Aires, 23 de septiembre de 1778 – alta mar, 4 de marzo de 1811)

Personaje crucial para los tiempos de la independencia del virreinato del Río de la Plata de la corona española. Su corta vida marcó un momento en la historia rioplatense y latinoamericana que resulta fundamental para la cultura y el conocimiento de los derechos de las personas.

Nació en Buenos Aires el 23 de setiembre de 1778. Cursó sus estudios de abogacía en la universidad de Chuquisaca (Bolivia) donde se dedicó particularmente a los derechos del aborigen. De hecho, su tesis doctoral Disertación jurídica sobre el servicio personal de los indios, se fundó en la situación de los indígenas, su explotación por parte de los funcionarios españoles, y en la necesidad de conocer y restaurar los derechos de los primeros por el simple hecho de ser seres humanos y legítimos propietarios de las tierras americanas. Cumplió un rol importantísimo en la Revolución de Mayo como secretario de Guerras y de la Primera Junta de Gobierno, con la cual se comenzó el proceso independentista que vendría más tarde, en 1816. Durante su mandato, Moreno trabajó activamente para la implementación del “nuevo sistema” democrático[1], comenzando por iniciativas para la mejora de la situación económica de la región a través de la redacción de un reglamento de comercio que regularía los puertos, en los que se autorizaba el comercio directo con Inglaterra y Portugal, además de reducir los impuestos de exportación. También redactó, según Pigna (s.f.) el conocido “Plan de Operaciones”, mediante el que se llegaría a la independencia de la corona española y que consistía básicamente en un plan estratégico de revoluciones en diferentes puntos del virreinato (la Banda Oriental y el sur de Brasil), la utilización de las riquezas españolas para fomentar la industria y el fortalecimiento de la navegación[2].

Moreno fue un apasionado revolucionario que buscaba una metamorfosis económica y social bien profunda y que como abogado y político no sólo no se acobardó al momento de defender al oprimido, sino que fomentó la idea de llevar al pueblo el conocimiento y la verdad, y la necesidad de desprenderse completamente de la “tiranía” española para convertirse en una nación libre, aún cuando esto le significara sumar grandes enemigos e inclusive le costara la muerte. Su determinación, sus fuertes convicciones, su intolerancia frente a lo “no-revolucionario” y su accionar en consecuencia de ello lo llevó a enfrentarse hasta con el presidente de la propia junta, Cornelio Saavedra, quien era más conservador y pretendía mantener las relaciones con la corona española e ir moldeando la independencia de a poco.

Mariano Moreno murió sospechosamente el 4 de marzo de 1811 en alta mar, aparentemente envenenado por el capitán de la fragata británica “Fame”, a bordo de la cual se dirigía hacia Europa enviado por Saavedra para ocupar un cargo diplomático relacionado con la compra de armamento. Antes de partir de viaje, el 24 de enero de 1811, le manifestó acertadamente a sus amigos: “Me voy, pero la cola que dejo será larga”[3]. Su cuerpo fue envuelto en una bandera inglesa y lanzado al mar.

Fue un escritor extremadamente controversial para su época. Además de su tesis doctoral, redactó varias veces para el diario Gaceta de Buenos Aires, que fundara él mismo. En uno de sus escritos allí publicados, decía: “Seremos respetables a las naciones extranjeras, no por riquezas, […] no por el número de tropas […]; lo seremos solamente cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo solidario y laborioso” (Pigna, s.f.).

Aparte del español, manejaba el francés y el latín, y llegó a tener bastante conocimiento del inglés. Fue un ferviente seguidor de Rousseau y predicador de su ideología. De este autor fue que tradujo el Contrato Social, trabajo que le llevó varios años y que publicaría más tarde en su propio periódico en Buenos Aires.

También fue periodista, pero más que con el objetivo de informar, se interesó siempre por “educar” al pueblo acerca de sus derechos. En cierta forma se puede decir que actuó como “agente de traducción”, ya que fomentó la lectura y el aprendizaje de otras lenguas para conocer ideologías diferentes a las que se venían implementando en el virreinato, siempre con la intención de despertar el interés por nuevas ideas, por lo que ocurría fuera de la sociedad amerindia, y por impulsar la expansión del conocimiento intelectual. De hecho, en el “Prólogo a la traducción de ‘El contrato social’”, Moreno insiste en este punto y lo coloca como base fundamental para el progreso de los pueblos americanos. Dice: “[…] Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía.” Con la traducción de la obra de Rousseau, pretendía acercar a todos y cada uno la verdad de sus derechos: “[…] Todas las clases, todas las edades, todas las condiciones participarán del gran beneficio que trajo a la tierra este libro inmortal […][4]”.

Entre sus efectos personales, se encontraron una traducción de la Constitución de los Estados Unidos o más bien una adaptación de la misma ya que omitía ciertos temas del original, como el de la esclavitud y, además, traducciones de obras de Jean Jacques Barthélemy, trabajo inconcluso que comenzó en su viaje a Europa, en el que muere[5].


[1] Ansaldi, Waldo. “No por mucho pregonar se democratiza más temprano. La aplicación singular de los principios universales de la ciudadanía en la América Latina independiente.” III Encontro da Associaçâo Nacional de Pesquisadores de História Latino-Americana e Caribenha (ANPHLAC). Sâo Paulo, Brasil: Universidade de Sâo Paulo, 22-24 de julio de 1998. 21 de setiembre de 2007

[2]Pigna, Felipe. “Mariano Moreno”. El Historiador, 2007. 23 de setiembre de 2007 https://www.elhistoriador.com.ar/mariano-moreno/

[3] Cagliani, Martín A. “La muerte de Mariano Moreno”. La página del Conocimiento. 2006. 21 de setiembre de 2007.

[4] Moreno, Mariano. “Prólogo a la traducción de ”El contrato social”. 1810. Biblioteca Digital Argentina. Clarín, 23 de setiembre de 2007

[5] “La Revolución según Mariano moreno. Capítulo 2- En el Alto Perú”. El Forjista. 23 de setiembre de 2007 http://www.elforjista.unlugar.com/Moreno-2.htm